Las habilidades son desarrolladas al exponer a los segmentos corporales del niño a la influencia de la fuerza de la gravedad, con una progresión gradual hacia el soporte distal. Sosteniendo al niño en la parte más baja posible de su cuerpo, provoca la reaacción y el desafío del control anti-gravedad ausente, lo cual permite al niño reaccionar para sostenerse contra la gravedad. Esto ayuda a ganar un control consistente para sentarse, arrodillarse y pararse. El terapeuta actúa como un sistema nervioso sustituto temporal para ayudar al niño a controlar su propio equilibrio.